Empieza a Usar tu Medida de Fe
Lucas 10:42
“…Dios ha repartido a cada uno una medida de fe.”
Como hijos de Dios, nunca debemos decir: "No tengo fe". Decir esto es decir que Dios es mentiroso, porque Su Palabra ya nos dice que "Dios ha repartido a cada uno una medida de fe".
¿Por qué, entonces, la fe de algunos parece ser más fuerte que la de otros?
Bueno, la fe es como los músculos. Todos nacemos con una medida de músculos. Pero algunos los desarrollamos mejor que otros. Los fisicoculturistas, por ejemplo, ejercitan sus músculos con regularidad para que crezcan y se fortalezcan.
De igual manera, tu medida de fe crece cuando la alimentas y la usas. Cada vez que escuchas o lees la Palabra de Dios, alimentas tu fe. Cuando confiesas la Palabra de Dios y esperas que te sucedan cosas buenas, la usas. Y cuanto más la usas, más crece tu fe.
Así que usa tu fe. Podrías empezar con los dolores de cabeza, por ejemplo. Cuando tengas dolor de cabeza, en lugar de ir siempre directo a tomar analgésicos, usa tu fe. Pídele a Dios que te sane, confía en Él y dale gracias por ello.
Ahora bien, no me malinterpretes, no hay nada de malo en tomar medicamentos. Y si tienes que ir al médico, tampoco te sientas condenado. Simplemente empieza a usar tu fe a un nivel con el que te sientas cómodo. Si necesitas ir al médico, ve con fe, orando: «Abba Padre, voy al médico. Te pido en el nombre de Jesús que le des sabiduría para que me dé un diagnóstico preciso. Mi confianza no está en él, sino en Ti».
Y cuando tomes tu medicamento, no te limites a tomar las pastillas. Con fe, di: «Señor, santifica este medicamento» y tómalo. Esto se debe a que algunos medicamentos tienen efectos secundarios negativos. Así que cuando le pides a Dios que lo santifique, Él lo bendice. Y lo que se desarrollará en ti, creciendo y poseyendo tu cuerpo hasta extenderse demasiado, ¡es la salud divina!
Amado, se te ha dado una medida de fe. Empieza a usarla, creyendo que es esta medida de tu fe la que te impulsa a recibir del poder inagotable de un Dios fiel y amoroso.
Pensamiento del día
Tu fe es más eficaz cuando la alimentas y la usas.
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