Un simple gemido llegará al trono de Dios
Romanos 8:26
“De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos qué pedir como conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”
Hace algunos años, una hermana de la iglesia vivía en Ciudad de México cuando su madre fue ingresada de emergencia en el Hospital General. No sabía qué estaba pasando, solo que la situación era grave. Salió corriendo del trabajo, se subió a su coche y manejó por Insurgentes, con el corazón hecho trizas.
Ella nos contó que en el trayecto no pudo orar con palabras. Solo lloraba. Solo gemía. Pero algo dentro de ella, suave pero profundo, oraba al Padre. No era su fuerza. Era el Espíritu Santo.
Cuando llegó, la cirugía ya había comenzado. Pero algo inesperado sucedió: los médicos salieron para decir que no fue necesario operar. Lo que pensaban que estaba roto se había “reacomodado” por sí solo. Uno de los doctores, entre sorprendido y confundido, dijo: “Fue como si alguien ya hubiera estado trabajando ahí antes que nosotros”.
Ella no había sabido qué orar. Solo suspiró desde el alma. Solo gemió. Pero el Espíritu Santo sí sabía qué pedir. Y su oración llegó al cielo. Y el cielo respondió.
En momentos así, cuando no sabes qué decir ni cómo pedir, no te sientas lejos de Dios. Tu gemido en el Espíritu es una oración poderosa.
No hace falta que sepas armar frases bonitas o dar explicaciones largas. Tu Padre Celestial no se mueve por retórica. Se mueve por amor.
Amigo, amiga, si estás en un momento difícil y solo puedes llorar o suspirar, no estás fallando en tu fe. Estás siendo sostenido por el Espíritu. Y tu suspiro llega al trono del Padre, y Él actúa poderosamente a tu favor.
Pensamiento del día
Cuando no sabes qué orar, el Espíritu Santo intercede con gemidos que llegan al trono del Padre… ¡y Él se mueve con poder por ti!
Sé parte con Iglesia Sozo ∀ con una donación para seguir siendo de bendición a la ciudad de Querétaro, a México y Latinoamérica aquí ⬇️ :