¡Cree que tu deuda está más que pagada!

Hebreos 10:22
Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua pura.

Imagina esta situación: le pides prestada una gran suma de dinero a un amigo y le prometes devolverla en seis meses. Cuando llega el momento, no tienes el dinero para pagar. Pasan meses y no le devuelves ni un centavo. La culpa te consume, evitas a tu amigo porque te avergüenza enfrentar esa deuda.

Ahora imagina que tu mejor amigo se entera y, por bondad, va a tu acreedor y le dice: «Entiendo que mi amigo te debe dinero».
«Sí, me debe 50,000 dólares», responde el acreedor.
«Aquí tienes 100,000 dólares para saldar esa deuda», dice tu amigo.
El acreedor responde: «Solo me debe 50,000, no necesito más».
Tu mejor amigo insiste: «Quiero que esté claro que la deuda está más que pagada».

Aunque tu deuda ya está cubierta, si tú no lo sabes o no lo crees, la carga seguirá oprimiendo tu conciencia. Seguirás sintiendo miedo y evitación, porque la deuda sigue pesando en ti.

Amigo mío, eso es lo que Jesús hizo por ti: pagó más de lo que debías cuando se ofreció como sacrificio por tus pecados en la cruz. Su sacrificio es el pago completo, de más, por tus errores y culpas.

Pero si no crees esta verdad, la incredulidad robará tu paz, tu gozo y tu seguridad. Aunque Dios no te imputa tu pecado (Romanos 4:8), mientras no creas en el pago completo, seguirás sintiendo una deuda en tu conciencia, y eso te mantendrá alejado de Dios.

La verdad es que tus pecados han sido más que pagados. Jesús pagó de más para que hoy puedas acercarte a Dios sin temor ni condena.

Pensamiento del día
Jesús pagó de más cuando se ofreció a sí mismo como tu ofrenda por el pecado, ¡así que acércate a Dios hoy sin pecado en tu conciencia!

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