Solo Jesús es completamente admirable

Levítico 2:1 

"Cuando alguien ofrezca una ofrenda de cereal al Señor, su ofrenda será de harina fina..." 

Jesús es como la harina fina: perfecto en cada detalle, sin mezcla, sin defecto. La harina fina no surge de forma automática; es el resultado de un proceso de molienda, presión y tamizado. Así también fue la vida de Jesús: pasó por el sufrimiento, el rechazo, la cruz… y de todo eso emergió impecable, sin mancha, sin pecado. 

Todo en Él es equilibrio. 
Fue firme, pero lleno de gracia. 
Fue fuerte, pero profundamente compasivo. 
En Jesús no hay extremos ni imperfecciones. Cada palabra que dijo, cada gesto, cada decisión, está cargada de belleza y verdad. ¡Él es admirable desde cualquier ángulo! 

Ni los grandes héroes de la fe alcanzan esa perfección. Moisés, Abraham, Pedro, Juan, Pablo… todos fallaron en algún punto. Todos tuvieron momentos de debilidad, de duda, de desobediencia. Pero Jesús, jamás. Y eso lo hace único. 

No pongas tu mirada en los hombres, ni te frustres cuando los referentes espirituales te fallen. Mira a Jesús. Él es digno de tu confianza, tu devoción y tu entrega total. Nunca te va a fallar. 

Pensamiento del día

Solo Jesús es digno de toda tu admiración. Fija tu mirada en Él, porque nunca te decepcionará. 

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