No Mires Dentro del Arca

1 Juan 2:2

“Y él mismo es la propiciación por nuestros pecados; y no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.”

En la película "En Busca del Arca Perdida", quienes intentaron mirar dentro del arca murieron. ¿Qué había dentro del arca que trajo juicio a quienes la miraron?

La Biblia nos dice que el arca contenía las dos tablas de los Diez Mandamientos, la vasija de maná y la vara de Aarón (Hebreos 9:4). Estos objetos eran símbolos de la rebelión del hombre. Las dos tablas de los Diez Mandamientos representaban el rechazo del hombre a las normas de Dios. El maná representaba el rechazo del hombre a la provisión de Dios, y la vara de Aarón, el rechazo del hombre al sacerdocio designado por Dios.

Dios no quería mirar estas señales de rebelión. Quería ser misericordioso con su pueblo, así que les ordenó que colocaran los objetos en el arca y la cubrieran con el propiciatorio, que también era el lugar donde se rociaba la sangre de los animales sacrificados.

Una vez al año, en el Día de la Expiación, el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo para rociar sobre el propiciatorio la sangre del animal sacrificado. Los dos querubines sobre el propiciatorio eran guardianes de la justicia y la santidad de Dios.

Representando también los ojos de Dios, contemplaban la sangre sobre el propiciatorio. Mientras la sangre estuviera allí, toda la nación de Israel sería perdonada. El juicio de Dios los pasaría por alto y serían bendecidos por un año más. (Levítico 16)

Hoy, la sangre rociada sobre el propiciatorio no es la sangre de toros ni de machos cabríos, sino la preciosa y eterna sangre del Hijo de Dios. (Hebreos 9:12) Jesús es nuestro propiciatorio, pues “Él mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”. La palabra “propiciación” en el texto griego original es la misma que “propiciatorio”. (Romanos 3:25, Hebreos 9:5)

Amado, Dios no ve tus pecados ni los toma en cuenta porque ve la sangre de su Hijo. Él ve la obra perfecta de su Hijo, que lo ha satisfecho con creces. Dios tampoco quiere que veas tus pecados. No quiere que miren dentro del arca concentrándose en sus pecados. ¡Quiere que te concentres en Cristo y su obra consumada!

Pensamiento del día

No se concentren en sus pecados. Concéntrense en Cristo y su obra consumada.

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